miércoles, 23 de marzo de 2011

Agonizando entre veneno...

La belleza de la ignorancia llgó a los árboles,
ellos, tranquilos, se dejaron mecer
haciéndo de sus ojas verdes flores
sin colorido que perder.

El la calma nocturna de la noche iluminada,
la Luna vagaba ebria,
sin pena, acompañada
de un Sol que quedó sin leña.

Oh, dulce luna emborrachada,
maldito veneno de placer lleno,
que no es más que simple matarratas.

Entre sueños, perdió el tiempo,
y cayendo así en el hondo pozo
culminó finalmente el esperpento.

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