viernes, 5 de noviembre de 2010

El té está caliente...

''El bus está frío.''
Fue la única información que recibí del exterior según escuchaba por los cascos: ''...living in a world so cold, counting the days...''.
Justo al acabar la canción el bus paró y yo bajé, ausente.
Ella me esperaba en su piso.
Hasta su llegada mi cerebro no había procesado tantas palabras de halago ni tanto amor.

La oscuridad alumbraba las calles por las que pasaba como un foco entristecedor.
El frío recorría mis venas.

No pensaba en Ella.

Desde que conocí a Beatriz nada había vuelto a ser lo mismo.
Nunca había sido rechazado con tanta elegancia.

Los edificios se elevaban como grandes gigantes dispuestos a arrojar un aluvión rocoso sobre mi cabeza en cualquier momento.

Aún hoy no podría expresar lo que sentía por Beatriz. No podía olvidarla, ocupaba todos mis pensamientos. había conseguido apartarla empezando a estar con Ella, pero había algo que me faltaba. Nada llanaba mi mente, ahora vacía.

Llegué a la puerta de su bloque.

Me quedé observando los timbre durante unos minutos, colocados de forma vertical y ordenando, como simples números, a los habitantes de cada hogar.
Me di la vuelta y continué mi paseo.

''El té está caliente y la música es buena...''

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